

Un desafío personal para todos, aprender a decir «no» sin sentir remordimientos.
La palabra más difícil de pronuncias es no, no puedo, no me interesa, no lo necesito, no, simplemente no. Cuantas veces tu respuesta ha sido si ante peticiones que no te interesan, las sientes como obligación, que no te traen beneficio alguno. ¿Sigues en esa relación toxica? Dile de una buena vez NO.
Muchas veces las personas somos manipuladoras con intención o sin ellas, digamos que está en nuestro ADN. Te expondrán situaciones en las que primero te involucran en problemas que no son tuyos, pero te hacen participe para que te sientas parte de un problema que no te suma ni te resta. Luego escucharas “ayúdame a…” inmediatamente pensaremos que si somos parte del problema (error), “debemos” ayudar a solucionarlo. Cuando piensas así es porque ya no podrás decir que no.
Imagina tu súper héroe favorito, cada vez que tú dices NO, te revistes de tu traje y te delega sus poderes, así de poderoso es el NO. Decir no, es un indicador de que no te manipulan (al menos no constantemente) y que tienes control sobre tu tiempo, prioridades y urgencias. El tiempo que ahorras al decir no lo puedes usar en las personas y proyectos más importantes de nuestra vida lo que automáticamente elevará nuestros indicadores de productividad y eficiencia.
Sabiendo decir que no, sentirás que cada vez que digas si, será para que tengas una nueva oportunidad de superación, éxito y amor.
Antes de responder a cualquier interrogante en la vida debes de hacerte las siguientes preguntas
¿Este tema/problema es realmente mío o solo me lo están contando?
¿Qué prejuicio o beneficio obtengo si digo que sí? (no vale responder “nada”, numera al menos 3 ideas)
¿Qué pierdo o gano si digo que no? (igualmente date unas 3 ideas)
Recuerda que nunca tomes una decisión, sea para sí o no, si tienes algún sentimiento involucrado en tu ser. Es decir, y lo explicare con un ejemplo práctico, los timadores lo primero que te venden en la estafa es bienestar, luego inicia la trampa y tu cerebro se queda congelado en el bienestar, cierran la trampa y te piden dinero, tú das el dinero.
Viene tu amigo al que le prestaste plata para decirte que no te puede pagar porque el amigo, del primo del vecino de su hermano no le ha depositado una deuda y que postergues el pago hasta que dicho señor le pague a él. En este punto piensas “Pobre mi amigo no tiene como pagarme, le diré que no se preocupe que me pague cuando pueda”. y ya aceptaste que su problema es tuyo también. Estarás pensando, pero es mi amigo… si, lo es. Pero el amigo no debe de abusar. Aquí por ejemplo debes de decir NO, El que no tengas los 100 para pagarme ahora no quiere decir que el día de hoy vengas con al menos 10 y me digas te daré 10 cada mes porque no puedo más, pero cuando me depositen lo que me adeudan, cumpliré con lo pactado inicialmente. Eso si se entiende, ha tenido un problema, pero no ha dejado su responsabilidad y tu como amigo, le enseñaste a ser responsable. Todos ganan.
Viene tu amiga con un problema, termino con su novio, y pasa 4 horas llorando mostrándote fotos de paseos, llorando, contándote experiencias, llorando y una larga lista de “llorando”. Ante el shock, te diré que para que están los amigos si no es para dar el hombro, consolar, ayudar, abrigar, pero, si ya pasaron 2 semanas y tu amiga sigue llamándote en las noches, largos desahogos telefónicos y que tú hasta te duermes con el teléfono en la oreja y al despertar sigue llorando, debes asumir tu limitación. Escucharla como paño de lágrimas, es aceptable, es parte de la amistad, pero tú (en la gran mayoría) no eres psicólogo para poder ayudarla, lo recomendable seria inducirla a que visite un especialista que le ayude a superar su luto. Aquí te ahorraste 500 horas que podrás aplicar en cosas más productivas para tu vida y tu amiga superara su luto, una vez más todos ganan.
Imagino que estarás pensando, luego de leer la última línea “que egoísta”, pero una vez me dijeron que uno debe de ser egoísta para con uno mismo. Todos tenemos esa necesidad de ayudar a los demás y es algo admirable si tienes ese sentimiento, pero para ayudar no basta con querer, debes de poder hacerlo si no sería contraproducente en todos los escenarios. Y para “poder” ayudar debes de superarte, elevarte entonces podrás dar consejo de valor. Es aquí donde el NO juega un importante papel.
Mucha gente dice que si a todo, así sea una invitación que no quieren ir, y al final te quedas sin tiempo. Recuerda que el tiempo es oro, la vida en sociedad está diseñada para decir si a todo y gastar nuestro tiempo y dinero en cosas que muchas veces no tienen provecho. Aprendamos a decir que NO, nadie se va a morir… a lo mucho te preguntara ¿Qué paso? ¡Si tú siempre dices si a todo!
¿Quieres ir al parque a darle de comer a las aves? – Si mi nivel de estrés esta elevado y siento que necesito tomar aire, relajarme olvidarme de todo un buen rato, pues voy. Pero si estoy a la mitad de mi Pomodoro, en medio de una tarea o proyecto, es obvio que diré que no.
Lo mismo para reuniones de amigos, se reúnen todos los viernes (aquí le dicen los jueves de patas) para beber alcohol, contarse historias repetidas (esas que inician con “recuerdas esa vez…”), o simplemente ver TV… aparte de los lazos de amistad (cuestionables bajo este modelo de unidad, desde mi punto de vista) no es un tiempo productivo, no avanzas en tus pendientes, terminada la reunión sigues siendo la misma persona y no te superaste ni un ápice
Una lista típica de tareas inútiles,
Ir al centro comercial, porque si, a ver ropa.
Salir de fiesta (engríete una vez de cuando en cuando, pero no es necesario cada 7 días).
Tomar, fumar, drogarse. Porque además de no usar ese tiempo de manera provechosa, destruyes la única herramienta que tienes para superarte, tu cerebro.
Esto no quiere decir que nunca irás al cine, con tus amigos, de compras, con tu pareja y un largo etc. Claro que puedes ir, si no lo haces serías un ermitaño, lo que se trata aquí es que no puedes hacer toda esta lista semanalmente para atender o consentir a todos tus amigos, si tienes 3 o 4 grupos de amigos activos, te quedas sin semana, el domingo en la noche te sentirás cansado(a) y no te habrás desarrollado en nada como persona, una semana más en el mismo lugar y posiblemente con más gastos por las salidas, peor aún si pagas con tarjeta de crédito.
Existe una leyenda urbana de que Steve Jobs hacia siempre una pregunta en las entrevistas de trabajo, realmente la pregunta es simple: ¿Cuántas veces dices NO al día?, Algo de poder tendrá, como para meditarlo un buen rato.
Esta semana aumenta las veces que dices NO, y veras como tu tiempo aumenta increíblemente.
Edúcate, lee y nunca dejes de aprender.
Éxitos.